Hacer una pausa para centrarse y calmar el sistema nervioso
3 respiraciones largas e intencionales, inhalando por la nariz y exhalando por la boca con un aaaah ...
3 respiraciones lentas y profundas, inhalando y exhalando por la nariz. Registrando las sensaciones físicas, cayendo en el cuerpo al exhalar.
Aterrizar. Notar los puntos de contacto: sentir los pies en el suelo, el contacto con la silla, el peso del cuerpo. Notar el aire en el rostro, el roce de la ropa en las partes del cuerpo que quedan expuestas (manos, brazos, piernas).
Escuchar. Notar los sonidos alrededor, sin tratar de identificar su fuente. Percibir el silencio. Expandiendo la atención a sonidos más lejanos, afuera, en la calle. Observando cómo se superponen, notando los instantes de silencio.
“En la era de la velocidad, comencé a pensar: nada podría ser más estimulante que ir despacio. En la era de la distracción, nada podría sentirse más lujosos que prestar atención. Y, en la era del movimiento constante, nada es más urgente que quedarse quieto”
~ Pico Iyer, The Art of Stillness: Adventures in Going Nowhere